Cada capilla, ermita o iglesia de EUROPA esconde entre sus paredes un sinfín de historias, algunas aún por descubrir… Te ofrecemos nuestro particular TOP 7:
1. Ruska kapelica (Eslovenia)
En plena Guerra Mundial, la Primera, un inesperado alud sepultaba el campamento de los prisioneros de guerra rusos que construían la carretera por el paso de montaña Vršič en los Alpes Julianos. El número de fallecidos es imposible de determinar, pero dicen que fueron muchísimos. La avalancha dejó un panorama desolador. Los rusos iniciaron en 1916 la construcción de esta bella capilla de madera con un marcado estilo ortodoxo en recuerdo de sus compatriotas. El paraje que la rodea es fascinante, la luz tenue y la vegetación le dan a la zona un aire de cierto misterio histórico… A un lado de la capilla, una pequeña pirámide custodia los restos de los fallecidos. La Capilla Rusa está ubicada cerca de la localidad turística de Kranjska Gora en el noroeste de Eslovenia.
2. Cappella della Madonna di Vitaleta (Italia)
Las colinas de Val d’Orcia al atardecer son impresionantes. Pocos saben que esconden una auténtica joya de estilo neoclásico que da al lugar una estampa difícil de explicar. Varios cipreses la acotejan, para que no se sienta sola en medio de esas grandes extensiones de cultivo en la maravillosa campiña toscana. La Capilla de la Virgen de Vitaleta se construyó en el siglo XII, pero fue restaurada y modificada en 1884 por el arquitecto Giuseppe Partini. En su fachada de Piedra de Rapolano llama la atención su minúsculo rosetón que da a la pequeña construcción un aspecto singular. Está situada entre las localidades de San Quirico d’Orcia y Pienza en la provincia de Siena.
3. Église Saint-Coloman (Alemania)
Hay quien dice que tanta belleza en una simple imagen es casi imposible de conseguir. Otros creen que sólo está al alcance de muy pocos lugares del mundo. Aunque parezca mentira la estampa es real. La elegancia barroca de St. Coloman con los Alpes al fondo lo hace más fácil. Fue construida en el siglo XVII sobre las ruinas de otro antiquísimo templo bajo la advocación de San Colmano. Al parecer, en el año 1012, este peregrino irlandés hizo un descanso en esta zona cuando viajaba con destino a Tierra Santa. Esta pequeña iglesia católica, ubicada en el municipio de Schwangau, es sin duda uno de los lugares más singulares de Baviera (Alemania). Sin embargo, lo tiene difícil. Los famosos castillos de Neuschwanstein y de Hohenschwangau restan mucho protagonismo a la iglesia de St. Coloman.
4. Cappella di San Maurizio (Italia)
Una simpática y novísima capilla sorprende al viajero que transita por los Alpes italianos. Las vidrieras llaman la atención por su decoración con motivos alpinos. Fue construida en el siglo XXI e inaugurada en el año 2004 por el Gruppo Alpini Selva – Santa Cristina. Está situada en Passo Gardena, un paso de alta montaña en los Dolomitas del Tirol del Sur en el noreste de Italia. El enclave pertenece al municipio (comune) de Selva di Val Gardena en la provincia autónoma de Bolzano, una zona dónde la práctica del esquí supone un excelente motor económico para la economía local. La capilla está dedicada a un santo de mucho valor para los montañeros o alpinistas. Ya en 1941, el Papa Pío XII había declarado a San Mauricio patrón del ejército italiano de los Alpini (Cuerpo de infantería de montaña). La silueta de esta diminuta capilla católica, en un entorno con una marcada orografía montañosa, deja una estampa difícil de olvidar.
5. St. Kevin’s Church (Irlanda)
Dicen que hay veces que las apariencias engañan y lo que a simple vista parece una cosa no lo es. La chimenea podría ser un campanario y la cocina una iglesia. Sin embargo, a pesar de ser conocida como la St. Kevins Kitchen no lo es. Nos encontramos ante una curiosa iglesia, cuyo aspecto puede llevar a confusión. Fue construida en el siglo XII y formaba parte de un conjunto de iglesias con techo de piedra. La estética de la edificación no pasa desapercibida. Está claro que los años no han pasado en balde, pero el uso de la piedra en fachada, paredes y techos y el entorno que la rodea crea una atmósfera con un marcado carácter ancestral. La iglesia de San Kevin está situada en Glendalough, un conjunto monacal del condado de Wicklow en Irlanda.
6. Alderikus Kapelle (Alemania)
Al caer la tarde la luz adopta una tonalidad cromática cálida que invita al viajero a la meditación más profunda. La capilla está situada en un coqueto enclave rodeado de tierras de cultivo por todas partes, como si de un islote se tratara. Fue construida en el año 1920, justo en el lugar dónde había un pequeño manantial. Cuenta la leyenda que éste había brotado donde Alderikus, con fiebre y sediento, había clavado su bastón de pastor. Hoy en día, detrás de la capilla hay una fuente que permite recoger agua de manantial, dicen que buena para las enfermedades de los ojos y del alma… Cerca de la capilla destaca un monumento conmemorativo a los caídos en la Primera Guerra Mundial con forma de pirámide truncada y distintas piedras colocadas por los fallecidos en la Segunda Guerra Mundial. Cerca de la Capilla de Alderikus está la pequeña población de Füssenich, muy próxima a la reserva natural de Neffelsee.
7. Hofskirkja (Islandia)
La sensación que te da al verla es la de estar inmerso en un fantástico cuento de hadas. En Hof (Öræfi), al sureste de Islandia, encontramos una pequeña y encantadora iglesia luterana con techumbre cubierta de césped. Sólo quedan seis con estas características en el país, pero ésta en particular tiene una belleza inusitada. Es la más nueva, fue construida en los años 80 del siglo XIX y restaurada por completo entre 1953 y 1954 por el Museo Nacional de Islandia. Camuflada a la perfección en un bonito entorno, parece que va a ser engullida por la tierra.
La estructura de la construcción es de madera rodeada de anchos muros de piedra. El techo está perfectamente terminado con pesadas losas de piedra envueltas con césped natural, lo que favorece un singular aislamiento térmico. La belleza cromática de su madera interior realza la luminosidad de este diminuto espacio de oración. Por fuera del templo religioso, un curioso cementerio de promontorios de césped completa una visita muy original.